domingo, 30 de mayo de 2010

¿Qué hago?

Hoy me levanté muy temprano para estudiar porque tengo prueba. El problema es que no puedo concentrarme, me cuelgo con cualquier cosa, recién vino el gato y me lo quedé mirando diez minutos, pensando en qué haría yo si fuese gato, ¿vos entendés lo que es eso? ¡Diez minutos pensando una idiotez! Miro el reloj, balanceo las piernas una y otra vez, te miro. Otra vez el reloj. Nunca me decido a estudiar. Ahora yo digo ¿no?, ¿qué podría pasar si no estudio? No tengo que hacerlo porque si no me voy a sacar un uno, bah no creo. Con lo que vimos en clase voy más o menos bien, no re bien, pero para un cuatro o un cinco estoy, ¡como si fuese mucho! jajá…

No me hagás caso soy una vaga. A ver si te ponés un poco más dulce, estas más amargo que mi abuela; y no te pienso cambiar la yerba, ya te la cambie dos veces. Bueno te sigo contando... si no apruebo, mi mamá me va a volver loca, voy a tener que dar el recuperatorio o estudiar bien para las otras pruebas, para que me dé el promedio...¿y si me pongo a estudiar y me dejo de dar vueltas? ¡No!, realmente no tengo ganas, es muy temprano y prefiero dormir un rato mas apoyada en la mesa.

¿Qué hora es? Son las cinco y media ¿si duermo una horita más?, cuando se levante mi mamá va a pensar que estudié; pero cuando traiga la nota se va a dar cuenta que ni me preocupé en leer. Bueno ¿qué va a ser?, no me queda otra que ponerme a estudiar; voy a poner la pava, te cambio la yerba, me tomo un cuarto de termo y después… ¡bueno está bien me voy a estudiar ya!

Camila 3º “A”

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